miércoles, 14 de octubre de 2009

Queridos Amigos:
Siguiendo el tema del escrito de ayer, creo que a pesar de que la mayoría de los automovilistas sabe que no puede acelerar desenfrenadamente y circular a la velocidad que quiera, pocos conocen el porqué de las normas que fijan tope a la marcha de los vehículos.
Las causas que determinan las velocidades máximas no son un caprich, se basan en normas internacionales y leyes vinculadas con la física.
Las velocidades máximas están fijadas en la Ley Nacional de Tránsito, que paradójicamente no rige en todo el país. Cada provincia puede aplicar sus propias normas.

En la ciudad de Buenos Aires se han realizado algunas modificaciones, ya que: "La ley autoriza una velocidad de 130 en autopistas, pero los legisladores achicaron ese límite a 100, en autopistas urbanas, debido a que los tramos son más cortos y tienen salidas próximas a calles.
Las velocidades máximas para circular son de 40 en las calles, 60 en avenidas, 80 en semiautopistas como la General Paz, y de 100 en las autopistas.

Aquí en Rosario, la velocidad máxima en la Avenida de Circunvalación es de 60 y el de las avenidas igual. En las calles varía de acuerdo a su anchura entre 40 y 45 km/h, siendo de 30 en la "zona calma" del microcentro.

La velocidad que el auto puede alcanzar tiene que tener en cuenta que puede surgir algún imprevisto en la circulación. Si uno maneja por una calle y se cruza un chico corriendo, la velocidad debe ser lo suficientemente baja como para poder frenar. "La ley fija entonces los 40 kilómetros por hora como máxima, porque a esa velocidad se necesitan entre 15 y 20 metros para frenar".

En las avenidas, la velocidad máxima es de 60. Y la distancia que se necesita para frenar está calculada entre 30 y 40 metros, en condiciones normales climáticas y de terreno.

Para determinar la velocidad considerando la distancia de frenado que necesita, hay que tener en cuenta además, la distancia entre vehículos y el estado de la calle. No es lo mismo frenar un auto que un ómnibus lleno de gente o un camión cargado, que necesita más metros para detenerse. En Buenos Aires, todos los colectivos tienen un tope de 60 en las avenidas y de 90 en las rutas. La máxima para los camiones es de 80.

"Un choque a 60 kilómetros por hora es igual a caerse de un séptimo piso". Este impactante dato queda en la cabeza de los que asisten a las charlas de educación vial. Y aunque los autos modernos sean cada vez más seguros, todo es cuestión de velocidad.

Aquí hay un lindo pdf para leer (Ver)
Un abrazo y a ver si somos pruedentes.